597. La familia que ha caído en el consumismo y en
el hedonismo no vale para educar en el humanismo y en la fe.
598. Una buena inteligencia con una voluntad débil
no llegaraá muy lejos. Una inteligencia mediana con una voluntad de hierro
llegará muy arriba.
599. Autoedúcate. Ten autodisciplina. Ponte
derecho. No permitas que tengan que ponerte derecho.
600. Con el estudio llenamos nuestro entendimiento
de ciencia y con la oración llenamos nuestro corazón de virtud, para luego
derramarlas con amor y generosidad sobre aquellos a quienes tenemos que educar.
601. Algunos profesores dan unas clases tan
aburridad que parecen la sepultura de la imaginación.
602. El viejo principio pedagógico de que la letra
con sangre entra, genera resentidos y hasta delincuentes. Yo prefiero educar
según este otro principio: “La letra con amor entra”. ¿Sabes de alguien que
haya llegado a ser un gran matemático a fuerza de latigazos?.
603. Cuando los padres no hacen lo que enseñan a
sus hijos, destruyen con una mano lo que construyen con la otra.
604. Los niños son como los garrafones: tienen
mucha capacidad, pero un cuello muy estrecho. No podemos educarlos arrojando
calderos de ideas sobre ellos. Hemos de emplear el embudo: el amor y la
paciencia. Hay que dar tiempo al tiempo.
605. Educar es ayudar a ser más persona.
606. Educar es mucho más que impartir la enseñanza
de unas asignaturas, mucho más que transmitir unos contenidos de ciencias o de
letras.
607. La madre es el corazón de la familia.
608. Padres: Dios os pide que améis profundamente
a vuestros hijos, no que los miméis.
609. Muchos estudiantes fracasan en los estudios
porque nadie les ha enseñado a usar bien la memoria, la inteligencia y la
voluntad.
610. No hay niños malos. Sólo hay malos educadores
y buenos educadores.
611. Padres: no compréis tantos juguetes a vuestros
hijos. Pero, en cambio, dedicadles más tiempo y dadles más amor.
612. Los niños necesitan estar seguros de que sus
padres se quieren y los quieren.
613. Son pésimos educadores quienes conceden a los
niños todos sus caprichos.
614. Padres: llevad una vida ejemplar; no hagáis
pedazos el espejo en que vuestros hijos se miran.
615. La adolescencia es una canción que empezó a
cantarse en la cuna.
616. Padres: no gritéis a vuestros hijos. Dice un
proverbio hindú: Si domas los elefantes a gritos, no pretendas que te obedezcan
cuando les hables.
617. Las oraciones que el niño aprende de labios
de su madre son como una semilla que cae en su corazón, la cual, andando el
tiempo y a pesar de las heladas y de las tormentas, da frutos de sincera
religiosidad.
618. Educar para la verdad, la libertad, el amor,
la belleza y el bien.
619. Quien obra precipitadamente no sirve para
educar ni para político.
620. Los niños hacen lo que los adultos les
permitimos hacer.
621. Al árbol tierno se le endereza fácilmente. Al
árbol adulto que ha crecido torcido no hay quien lo ponga derecho.
622. ¿Qué formación
religiosa y humana van a tener esos pobres jóvenes que no han tenido más
universidad que la calle, más bibliotecas que las revistas de corazón, más
catequesis que la discoteca y más sagrario que el televisor?.
623. Todo sistema
educativo en el que no estén presentes el amor, la austeridad y el sacrificio,
está condenado al fracaso.
624. Educar es mucho más que enseñar una
asignatura, mucho más que amueblar cabecitas con fechas, nombres, idiomas o
fórmulas matemáticas.
625. No es verdadero educador quien no enseña a
reflexionar, a forjar la voluntad, a usar bien de la libertad, a actuar con
sentido de la responsabilidad.
626. Son también muy importantes en la educación
la puntualidad, el orden, la austeridad y la limpieza.
627. No puede haber verdadera formación sin
autodisciplina.
628. Para educar no basta ilustrar la
inteligencia. Hay que educar también la voluntad y la sensibilidad.
629. Sin austeridad no puede haber forja del
carácter.
630. Para ganar los corazones y hacerse querer,
vale más la suavidad que la fuerza.
631. Hay que ayudar a los jóvenes a encontrar su
sitio en la vida.
632. para educar bien son imprescindibles la
inteligencia, la firmeza, el amor y la ternura.
633. Es profundamente deseducativo, y hasta
perverso, proponer como modelos personas inmorales y de vida disoluta.
634. No se trata de poner barreras, sino de formar
personas que no necesiten barreras.
635. Padres: hablad de Dios a vuestros hijos.
Pero, sobre todo, hablad de vuestros hijos a Dios.
636. Somos lo que somos porque fuimos lo que
fuimos.
637. Todo héroe, todo educador, debe ser un héroe
que suscite admiración.
638. Sé muy exigente contigo mismo. Sólo así
podrás ser exigente con los demás. Si te exiges a ti mismo mil, podrás exigir a
los demás cinco.
639. ¿Qué puede esperarse de jóvenes volubles y
desbrujulados? Si no cambian, serán la ruina de sí mismos, de sus familias y de
la sociedad.
640. Algunos tienen la cabeza tan dura, que no hay
más remedio que dejarles que se la rompan, a ver si así escarmientan.
641. Todo verdadero educador debe educar en la
libertad y en la verdad.
642. Los Reyes Magos han sido secuestrados por el
marketing. Atención, padres y madres: vuestros hijos necesitan menos juguetes y
más cariño.
643. Los niños, más que dinero y juguetes, lo que
necesitan es cariño, tiempo, sonrisas, besos y ternura.
644. ¡Pobres niños ricos, que lo tienen todo,
menos lo que más necesitan!
645. ¡Qué pobres, qué miopes y qué decepcionados
resultan algunos programas de educación sexual! Prácticamente se reducen a
estos puntos: anatomía, fisiología, métodos anticonceptivos, cómo disfrutar del
sexo y evitar el riesgo de una enfermedad venérea o un embarazo no deseado. Y,
¿qué pasa con la educación del corazón, con la educación para la libertad, para
la responsabilidad, para el amor? ¿Dónde dejamos el aspecto ético, la dimensión
moral de la sexualidad? Señores, que este asunto es algo más que pura zoología.
646. Educar es mucho más que enseñar.
647. para educar no basta saber cosas. Hay que tener
autoridad moral.
648. Sobran profesores. Faltan educadores.
649. No podemos pedir peras al olmo, pero si al
peral, y a éste no le gusta que le tomen por un olmo.
650. No obliguéis a vuestros hijos a rezar.
Invitadlos a ello con amor.
651. Toda la educación consiste en esto: en que el
educador descubra el tesoro que hay en cada persona y ayude a que ella misma
también lo descubra.