viernes, 24 de febrero de 2012

José Luis Rey Repiso, S.J.




José Luis Rey Repiso es vallisoletano. A los dieciocho años de edad ingresó en la Compañía de Jesús y a los treinta y dos fue ordenado sacerdote. Durante su larga formación, estudió a fondo humanidades, filosofía, teología y espiritualidad, lo cual considera una inmensa gracia de Dios, que lo marcó toda la vida.

"Aprendí que vivir es aprender, y que aprender es vivir, pues cuánto más aprende uno, más se ensanchan sus horizontes y vive con más plenitud".

El padre Rey Repiso ha dedicado gran parte de su actividad sacerdotal a dar Ejercicios Espirituales, según el método de San Ignacio de Loyola, y ha acompañado en esa experiencia a sacerdotes, religiosos, religiosas y, sobre todo, a muchísimos jóvenes, con los que ha estado también en muchos campamentos de mar y montaña.

"Tengo una gran fe en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, como un instrumento pastoral muy eficaz para transformar la sociedad, a lo cual se llegará por la previa transformación de los corazones, pues es de éstos de donde nacen las estructuras justas e injustas".

En sus ratos libres, el pare José Luis graba programas para la cadena EWTN de los Estados Unidos. Es muy conocido en América su programa: "¿Cuál es la duda?", que tiene una audiencia millonaria.

El Padre Rey tardó unos años en decidirse a publicar estos pensamientos.


"Me parecía que ya había muchos libros de este género, algunos de ellos ya clásicos y muy conocidos, pero unos amigos me animaban a publicar los míos, diciéndome que éstos libritos, de pensamientos breves, son una gran ayuda, sobre todo, para la gente joven. Y me decidí. No sé si habré dado en la diana. Si esta vez no he acertado, trataré de afinar la puntería."

El padre José Luis se siente, como todo cristiano, portador de una luz, de un tesoro: la fe en Jesucristo.

"Jesucristo es lo mejor que me ha ocurrido en la vida. Él es mi Señor, mi Dios, mi Maestro y mi Amigo, mi Salvador y mi Rey. Vivir una amistad personal y fuerte con Jesucristo, es algo maravilloso, es algo que cambia por completo toda nuestra vida. Y yo quiero compartir con otros este ideal, esta inmensa alegría, esta felicidad."











PRÓLOGO



Antorcha, sí, encendida


Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que te sea agradable, Señor, Dios Nuestro.


En la recitación de esta antífona, primeras vísperas del domingo primero de Cuaresma, puede encenderse la ANTORCHA apretada, que, día a día, con serenidad y paz, ha ido preparando artesanalmente el querido Padre José Luis Rey repiso.


Son las suyas frases meditadas y, por lo mismo, regadas con anterioridad en el clima de fruición y de gozo. Tienen, se advierte,hondas raíces ignacianas y van armonizando, a lo largo y ancho de un tejido bien trenzado, fe y justicia, amor a Dios y a los hermanos, ilusión y esperanza, confianza y deseo, aspiraciones y logros. En la brevedad de las mismas es fácil descubrir, a su vez, la profundidad del pensamiento que las articula preciosamente y el bello decir de quien tiene experiencia de buen comunicador.


Chispa y chiste llegan a atisbarse en muchas de ellas. Son sal y pimienta, como en las mejores viandas de casa para el camino.


Y es que el Pare Jose Luis Rey Repiso da a entender algo evidente: que nuestro paso por la vida discurre minuto a minuto y que, por lo mismo, todos los pasos son importantes. De ahí que hayamos de darlos sin miedo alguno a tropezar y con cálculo bien meditado. Ajustando el pie en terreno firme, consolidado y llano.


Pensamientos para caminar mejor: subtitulado logrado, si se piensa en que la andadura - lo atestigua quien "ha andado harto del camino la noche antes con harto frío", y se ha movido sabiendo que "con menos ruido mejor se halla por los caminos". (La apreciación es de Santa Teresa). Es alguien que, dejándose conducir en determinados momentos, ha ayudado a moverse a muchos, con empuje fuerte.


Ojalá sirva la publicación de estos dulces de bolsillo para hacer más llevaderos senderos "harto cansosos" de muchos jóvenes de hoy y senderos muy penosos de otros muchos que llevan sobre sus hombros una carga pesada. Por múltiples razones, que conocemos todos.


Antorcha es luz resplandeciente que arde y hasta puede quemar las manos. Ojalá estas páginas respondan al propósito de su autor. Se atisba en el dibujo labrado de las frases concisas, precisas y logradas en este portador de una luz, de un tesoro: la fe en Jesucristo.


Rafael Palmero Ramos
Obispo de Orihuela-Alicante