miércoles, 30 de mayo de 2012

CRUZ





487.  Hay una palabra que no nos gusta escuchar: la palabra cruz. Sin embargo, por la cruz se va a la luz, a la resurrección y a la vida eterna.


488.  La cruz es como un atrio por el que hay que pasar para entrar purificados en el templo.


489.  La cruz puede parecernos una encrucijada que nos deja perplejos, pero es el camino real de la libertad.


490.  No me digas que no sufres, porque mentirías. Se puede sufrir de muchas maneras: con desesperación, con amargura, con estoicismo, con resignación, con paciencia, con fortaleza, con alegría. Escoge.


491.  Cuando se sufre con fe y con alegría, la cruz se torna dulce.


492.  ¿Sufres? Eres hombre. ¿Sufres con fortaleza? Eres todo un hombre. ¿Sufres con alegría? Eres un místico. O, por lo menos, vas camino de serlo.


493.  Jesús crucificado, mi dulce Salvador: pongo mis ojos en tus ojos, mis manos en tus manos, mi corazón en tu Corazón, mis llagas en tus llagas, mis sufrimientos en tus sufrimientos, mi cruz en tu Cruz.


494.  Existe toda una filosofía de la cruz.


495.  La puerta del paraíso tiene forma de cruz.


496.  Jesús hizo el primer Vía Crucis. Nosotros, sus discípulos, lo reeditaremos cada día.


497.  Las ramas más frondosas suelen ser las que sufrieron la mayor poda.


498.  Cuando estamos crucificados por los horarios, los problemas imprevistos, el dolor físico o el sufrimiento moral, los deseos sustituyen a la oración cuando ésta es casi imposible.


499.  Señor, si no me hubieras crucificado, yo andaría por ahí zascandileando, con las manos en los bolsillos, la cabeza altiva y vacía de ideales. Al crucificarme, has dado en el clavo.


500.  Una cosa es hacer historia. Otra escribirla. Y otra padecerla.


501.  Cuando contemplo a la Virgen María, fiel al pie de la Cruz donde muere su Hijo, recuerdo la frase del Evangelio: “María ha escogido la mejor parte”.


502.  La cruz es el signo altísimo del amor y del sacrificio.


503.  El sufrimiento es la piedra de toque de la fe, de la esperanza y del amor.


504.  Quien da la cruz, da también espaldas para llevarla.


505.  Las estrellas sólo se ven de noche.





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