miércoles, 5 de marzo de 2014

FILIACIÓN DIVINA




886.  Si supiéramos desmayar nuestra cabeza sobre el Corazón de Dios Nuestro Padre, dormiríamos mejor.


887.  Mi mayor alegría es la de ser hijo de Dios.


888.  Para muchos, Dios es algo así como un extraño al que hay que visitar una vez a la semana: el domingo. Y además, con prisa por terminar la visita.


889.  Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son los verdaderos hijos de Dios. Ésos son los que dan verdadero testimonio de Cristo.


890.  El hombre vale, sobre todo, por lo que es, no por lo que tiene.


891.  Quien empieza a vivir su filiación divina y su filiación mariana, siente que su vida se ilumina.  


892.  Qué bien a entendido el cristianismo el que se siente hijo de Dios las veinticuatro horas del día, incluidas, claro está, las del sueño.


893.  Cuando, en vez de confiar en tus propias fuerzas, te apoyas en Dios, adquirirás tal seguridad y tal aplomo que dejarás pasmados a todos. Haz la prueba.


894.  ¿Por qué no te decides a vivir una vida de filial abandono en Dios?


895.  No confíes tu vida a la veleidosa suerte. Confíala a la Providencia amorosa de Dios. Y colabora tú, usando bien de tu libertad con generosidad y valentía.


896.  Poco importa que el camino sea largo y difícil, si Tú, Señor, vienes conmigo.


897.  Señor mío y Dios mío Jesucristo, como hace tiempo que por Ti perdí la cabeza, dejo esta a tus pies y duermo con el sueño de Juan el bautista.


898.  El hombre es algo más que el producto evolutivo de la materia.


899.  Somos todopoderosos cuando desconfiamos de nuestras débiles fuerzas para confiar totalmente en Dios.





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