886. Si supiéramos desmayar nuestra cabeza sobre
el Corazón de Dios Nuestro Padre, dormiríamos mejor.
887. Mi mayor alegría es la de ser hijo de Dios.
888. Para muchos, Dios es algo así como un extraño
al que hay que visitar una vez a la semana: el domingo. Y además, con prisa por
terminar la visita.
889. Los que se dejan guiar por el Espíritu de
Dios, ésos son los verdaderos hijos de Dios. Ésos son los que dan verdadero
testimonio de Cristo.
890. El hombre vale, sobre todo, por lo que es, no
por lo que tiene.
891. Quien empieza a vivir su filiación divina y
su filiación mariana, siente que su vida se ilumina.
892. Qué bien a entendido el cristianismo el que
se siente hijo de Dios las veinticuatro horas del día, incluidas, claro está,
las del sueño.
893. Cuando, en vez de confiar en tus propias
fuerzas, te apoyas en Dios, adquirirás tal seguridad y tal aplomo que dejarás
pasmados a todos. Haz la prueba.
894. ¿Por qué no te decides a vivir una vida de
filial abandono en Dios?
895. No confíes tu vida a la veleidosa suerte.
Confíala a la Providencia amorosa de Dios. Y colabora tú, usando bien de tu
libertad con generosidad y valentía.
896. Poco importa que el camino sea largo y
difícil, si Tú, Señor, vienes conmigo.
897. Señor mío y Dios mío Jesucristo, como hace
tiempo que por Ti perdí la cabeza, dejo esta a tus pies y duermo con el sueño
de Juan el bautista.
898. El hombre es algo más que el producto
evolutivo de la materia.
899. Somos todopoderosos cuando desconfiamos de
nuestras débiles fuerzas para confiar totalmente en Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario