sábado, 10 de mayo de 2014

SILENCIO




1468.  Hay una ética de la palabra y del silencio. Así como daremos cuenta de toda palabra ociosa, también daremos cuenta de todo ruido innecesario y de no haber sabido hacer silencio para escuchar a Dios y a nuestros hermanos.


1469.  Aprende a hacer silencio dentro de ti mismo.


1470.  Los silencios son también música y el silencio puede ser más elocuente que las muchas palabras.


1471.  Todos necesitamos retirarnos de cuando en cuando a la cueva del silencio.


1472.  María es la mujer del silencio y de la escucha. ¡Cuánto podemos aprender de Ella!.


1473.  Una buena palabra es plata. Pero un buen silencio es oro puro.


1474.  Si pusiéramos en un platillo de la balanza todas las palabras del mundo y en el otro el silencio, probablemente éste pesaría más.


1475.  En esta sociedad nuestra tan llena de ruidos, casi siempre estridentes y molestos, el poco silencio el que disfrutamos se ha convertido en artículo de lujo, y, para los espíritus selectos, en la mejor de las músicas.


1476.  El canto es la música con la que el alma alaba a Dios. El silencio es la melodía con la que Dios se comunica al alma.


1477.  Después de padecer ruidos incesantes y ensordecedores, valoramos mucho más el silencio. Los ruidos no nos dejan pensar. El silencio nos invita, y hasta nos empuja a ello.


1478.  Hemos perdido el silencio. Cuando lo recuperemos, progresaremos mucho más en todos los órdenes de la vida.


1479.  La dimensión del silencio y del recogimiento interior es hoy más necesaria que nunca en un mundo tan trepidante como el nuestro.



1480.  El coeficiente intelectual suele ser directamente proporcional a la capacidad de soledad y de silencio.


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