sábado, 10 de mayo de 2014

VIRGEN MARÍA




1693.  La sonrisa de la Virgen María, nuestra Madre, nos hace mejores.


1694.  La Virgen María no es un lujo del que podamos prescindir.


1695.  Toda la vida de María fue un prodigio y un misterio de amor.


1696.  María es la omnipotencia suplicante. ¿Qué puede negar el Padre a su Hija predilecta? ¿Qué puede negar el Hijo a su queridísima Madre? ¿Qué puede negar el Espíritu Santo a su amadísima esposa?


1697.  La Virgen María, por ser Madre de Cristo, Cabeza del Cuerpo Místico, es Madre mística de cada uno de nosotros. Por eso, tú, yo y cada uno podemos decir con toda verdad: María es más madre mía que mi madre de la tierra, ya que ser madre en el orden sobrenatural es más que serlo en el orden meramente natural.


1698.  María colabora con el Espíritu Santo para engendrarnos a la vida de la gracia.


1699.  La vida sobrenatural, la vida divina, nos viene por medio de María.


1700.  Virgen María, dulce Madre mía, capitana de los mares infinitos: toma tú el timón de mi vida y márcame el rumbo.


1701.  Sólo agradamos a Jesús plenamente cuando vamos a Él por medio de su Madre.


1702.  El camino más corto para ir a Jesús se llama María.


1703.  La Virgen hace verdaderos primores en las almas que se confían a Ella totalmente.


1704.  Dios, el artista por excelencia, derrochó poesía y belleza al hacer a María.


1705.  El Corazón Inmaculado de María, nuestra Madre, es para cada uno de nosotros un hogar, un jardín, una escuela, una playa y una fortaleza.


1706.  La sencillez, la humildad, el amor, la contemplación y la belleza se llaman María.


1707.  La Virgen María es evangelio vivido y modelo de amor perfecto.


1708.  Todo el que tiene corazón de niño acoge con toda naturalidad a María.


1709.  La Virgen María, por su sí generoso a la voluntad de Dios, quedó convertida en Madre del Verbo encarnado y en su más fiel aliada en la obra de la Redención.


1710.  La sincera devoción a la Virgen es prenda segura de salvación. Imagínate a Jesús, Buen Pastor, diciéndote: “Jamás se ha de perder una oveja mía marcada con el nombre de María”.


1711.  Cuando decimos “María”, nuestro corazón se vuelve niño.


1712.  La devoción a la Virgen es como un chaleco salvavidas en medio del naufragio: con María no nos hundiremos.


1713.  María ya participa, en su ser total, de la gloria de su Hijo resucitado. María ya posee lo que nosotros esperamos.


1714.  María nos da sencillez, seguridad, serenidad y equilibrio.


1715.  En medio del naufragio, la devoción a la Virgen es nuestro flotador.


1716.  Virgen María, sana y purifica mi memoria de todos los recuerdos tristes, amargos, traumatizantes.


1717.  María es la primera cristiana, la más fiel discípula de su Hijo. María es el evangelio vivido día a día, hora a hora, minuto a minuto.


1718.  Virgen María, haz de cada uno de nosotros otro Jesús.


1719.  María es la omnipotencia suplicante. ¿Te das cuenta de lo que esto significa?


1720.  María es la ternura de Dios hecha mujer.


1721.  Así como la luna refleja la luz del sol, María refleja la luz de Cristo, sol de santidad.


1722.  Virgen María, tú que nos diste a Jesús, llévanos a Él.


1723.  La Virgen María es la flor más bella del jardín de Dios.


1724.  Quien a descubierto a María, descubre mejor a Cristo. Y, quien a descubierto a Cristo, queda fascinado por el papel que le ha sido asignado a María.


1725.  Es Madre, maestra, educadora, Reina, musa. Estoy hablando de María.


1726.  La Virgen María, como María de Betania, y con mucha más razón, ha escogido la mejor parte: estar siempre junto a Jesús; en la pobreza de Belén, en la amargura del desierto, en la soledad del calvario.


1727.  Qué fácil es vencer al demonio, atarlo e inmovilizarlo, con la cadena del Santo Rosario.


1728.  María, la flor más bella, ha sido cultivada en el jardín de la Trinidad.


1729.  Con María, lo que parecía imposible, resulta posible. Lo que parecía difícil, resulta fácil. Lo que parecía duro, resulta suave.


1730.  María es modelo perfecto de escucha de la Palabra de Dios, de vivencia del Evangelio y de seguimiento de Cristo incluso hasta el Calvario.


1731.  Decir “María” es decir pureza, equilibrio, ternura, amor perfecto, plenitud de gracia.


1732.  La devoción a la Virgen no sólo es de gran provecho espiritual, sino que tiene también grandes valores psicológicos y pedagógicos. María nos enseña a andar el camino cristiano llevándonos de la mano como las mamás a sus niños.


1733.  ¿Quieres que en tu vida empiece a amanecer? Invoca a maría. Confíate a su cariño y a sus cuidados de madre.


1734.  María está al pie de la cruz de todo hijo suyo que sufre.


1735.  La humanidad tiene necesidad de María, necesita sentirse amada por esta tierna Madre.


1736.  Con María, el dragón me parece una lagartija.


1737.  No hay corazón que resista la mirada maternal de la Virgen María.


1738.  Un cristianismo sin María está huérfano de madre.


1739.  Virgen María, dulce Madre mía, enséñame a ver a Jesús en todo y en todos.


1740.  No hay tentación, por fuerte y molesta que sea, que no pueda ser vencida con la oración, el ayuno, la mortificación, la humilde confianza en Dios y el recurso filial a la Virgen María.


1741.  ¿Qué has vuelto a caer? Sé como el niño, que, cuando se cae, se agarra más fuertemente a su madre.


1742.  De la mano de María, llegaremos a Jesús, antes y mejor.


1743.  Si tienes devoción a la Virgen, ya se encargará esta tierna Madre de llevarte al cielo con Ella.


1744.  ¿Qué la devoción a la Virgen no te interesa? Muy bien, allá tú. Si te gusta ser huérfano de madre…


1745.  En los brazos de María, primera cuna del Verbo, se mece, recién nacida, la salvación de los pueblos.


1746.  La ternura maternal de María es bálsamo derramado sobre las heridas de nuestro corazón.


1747.  El amor filial a la Virgen María purifica nuestra afectividad y hace que nuestro amor a todos sea limpio y ordenado.



1748.  ¡Virgen María, Santa Madre de Dios y Madre nuestra dulcísima, cuán cerca estás de Dios y cuán cerca de nosotros!

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