207. Lánzate al
apostolado para dar, pero sobre todo para “darte”. Un apóstol que se da resulta
irresistible.
208. El apóstol
multiplica su eficacia cuando se convierte en apóstol de apóstoles.
209. Cuando Jesús
dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra”, sin duda quiso decir que fuésemos
apóstoles con mucho salero.
210. Los cristianos
debemos ser mensajeros de la verdad, de lapaz, de la misericordia y de la
salvación.
211. Vivir,
conservar, defender y anunciar la verdad: he aquí todo un programa de vida.
212. Las minorías
selectas y comprometidas son como un fermento muy activo que transforma la
sociedad, elevándola.
213. La fe es un
don recibido para compartirlo y vivirlo con los hermanos y para transmitirlo a
otros.
214. A las personas
sensibles hay que hablarles de la misericordia de Dios más que de su justicia:
Dios es Padre. A las de pellejo duro, hay que hablarles de justicia más que de
misericordia: Dios también es juez.
215. No te duela ir
por la vida haciendo de bombero. Es una noble tarea el apagar incendios, ya
sean fortuitos, ya sean provocados por criminales, irresponsables o imbéciles.
216. Para que haya
verdadera evangelización tiene que haber anuncio explícito del Nombre, de la
doctrina, de las promesas, del Reino y del ministerio de Jesús de Nazaret.
217. Jesucristo
sigue siendo interesante, inquietante, impresionante, apasionante.
218. Quien habla de
Dios sin haber hablado antes con Él no es un predicador, sino un charlatán.
219. El
evangelizador debe ser claro en sus ideas, claro en su expresión y claro en su
testimonio.
220. Jesús nos dice
a cada uno de nosotros: “Yo haré de ti un testigo de mi amor”.
221. Cuando
comprendamos el valor que tiene el testimonio, cambiará nuestra predicación. Lo
importante no es hablar bien de Jesús, sino dejarlo actuar a través de
nosotros.
222. Cuando uno no
tiene la experiencia de que Cristo vive, entonces tiene que hablar de mil cosas
menos de Jesús.
223. Muchos sólo
conocerán a Jesucristo lo que les llegue a través de su amor.
224. Señor, da a
nuestros grupos y comunidades buenos animadores. Porque desanimadores ya los
tenemos a montones.
225. Un buen
desayuno puede ser una excelente manera de empezar el día. Y un buen ayuno por
motivos apostólicos y ascéticos, también.
226. Todos estamos
llamados a ser una llama viva de amor.
227. Algunos
consiliarios, más que animar grupos, los desaniman; y más que dinamizarlos, los
dinamitan.
228. El sacerdote
tiene que ser, por una parte, igual y cercano; y, por otra, distinto y
distante. De este equilibrio dependerá en buena parte la eficacia de su
ministerio pastoral.
229. Si el mundo te
aplaude, ¡ojo!.
230. Está muy bien
que lleves las almas a Dios, pero no te olvides de ir tú también.
231. Algunos
apóstoles activistas que han caído en el activismo recuerdan a ciertas
camionetas desvencijadas que van por esos caminos de Dios metiendo ruido,
soltando humo y levantando polvo, pero que van vacías.
232. Un apóstol que
no contagia la alegría de la fe, no es apóstol.
233. Cada
generación de cristianos debe ser luz de Cristo en su propio tiempo histórico.
234. Toda nuestra
vida tiene que ser un gozoso testimonio de Jesús.
235. Lo que es el
alma en el cuerpo, eso debemos ser los cristianos en el mundo.
236. El Evangelio
de Jesucristo es la única fuerza capaz de sanear y de transformar nuestra
sociedad.
237. La oración es
la fuente y la fuerza de la acción apostólica.
238. Señor Jesús,
quiero seguir tu camino, proclamar tu verdad y vivir tu vida.
239. El Evangelio
de Cristo es la única fuerza capaz de generar verdadera libertad, verdadera
justicia, verdadera paz, verdadera convivencia, verdadera fraternidad.
240. Los que
quieren atraer a otros a costa de la verdad resultan apostólicamente estériles.
241. El gran
problema del hombre moderno es que, psicológicamente, no está relajado y,
moralmente, está muy relajado.
242. Nunca tengas
más prisa que Dios.
243. Cuando los
discípulos de Cristo seamos evangelios vivientes, el mundo se llenará de luz.
244. ¡Que hermosa
vocación difundir por todas partes la luz del amor misericordioso del Corazón
de Jesús!.
245. Hay que ayudar
al hombre moderno a mirar un poco más a su interior.
246. Quien no
domina su carne, no vale para apóstol.
247. Hay dos clases
de personas que merecen profundo respeto: las que gozan porque tienen a Dios y
las que sufren porque no lo tienen.
248. La reforma de
las costumbres debe de comenzar por uno mismo.
249. Que Jesús y
María estén siempre presentes en nuestros labios y en nuestro corazón.
250. Qué hermosa
tarea llevar a otros corazones la luz de la Palabra que salva.
251. Un solo
pensamiento, una sola palabra, una sola firma, pueden cambiar el rumbo de una
historia individual o familiar.
252. Jesús quiere
seguir actuando por medio de sus sacerdotes. Quiere servirse de sus labios, de
sus manos, de su corazón.
253. El amor
cristiano es lo más revolucionario que hay: por la transformación de los
corazones, a la transformación de la sociedad.
254. Oración,
estudio y acción: éste es el trípode de toda acción apostólica eficaz.
255. La oración es
imprescindible, pero insuficiente. A Dios rogando y con el mazo dando.
256. La acción es
necesaria, pero, sin oración, es estéril.
257. Los cristianos
deberíamos sentir el corazón tan lleno de luz y de felicidad, que no pudiéramos
reprimir el impulso de derramarla sobre los demás.
258. Para arreglar
este mundo, Jesucristo es el punto de referencia imprescindible.
259. La
proclamación de la Buena Noticia de Jesús produce conflictos, rechazos hostiles
y adhesiones fervientes.
260. Juan el
Bautista fue como una cerilla. Iluminó un poco la vida de Herodes. ¡Pero se
quedó sin cabeza!
261. Evangelizar es
algo más que alfabetizar. ¿De qué le sirve a uno saber leer la “vida”,
“muerte”, si no sabe dar sentido ni a su vida ni a su muerte?
262. Los medios de
comunicación social son los púlpitos de hoy.
263. La fe es el
mayor tesoro que tenemos. Y lo hemos recibido no sólo para nosotros mismos,
sino para ofrecerlo a otros y compartirlo con ellos.
264. Sólo puede
hablar bien acerca de Dios quien sabe escucharlo.
265. Ni los ateos
son tan ateos, ni los cristianos somos tan cristianos.
266. ¡Qué bello
ideal, colaborar con el plan divino de liberación integral y de desarrollo de
la humanidad!.
267. Quienes, en
lugar de evangelizar el mundo, mundanizan el Evangelio, dan toda clase de
facilidades para obrar el mal.
268. El hombre debe
ser para el hombre ocasión de salvación y consuelo.
269. Alguien está
interesado en que todo esté contaminado.
270. Si Cristo nos
dice que seamos luz del mundo y sal de la tierra, no podemos ni verlo todo
oscuro ni ser sosos.
271. Los medios de
comunicación de masas cambian la cultura. Pueden abrirnos o cerrarnos a la
trascendencia.
272. La
evangelización debe ser como una lluvia fina y persistente.