454. El arrepentimiento es el primer paso que hay
que dar en el camino de la conversión.
455. La mejor petición de perdón es la enmienda
para el futuro.
456. Señor, ¿cuándo se convertirán los buenos?
457. La conversión puede ser un acontecimiento
puntual en nuestra vida. Pero también debe ser algo continuo, ya que nunca nos
hemos convertido del todo.
458. La reconciliación presupone una sincera
conversión.
459. El que obra mal, aborrece la luz. No quiere
creer para no tener que convertirse.
460. El sacramento de la penitencia tiene mucho de
cirugía espiritual reconstructiva.
461. La mayor dificultad para creer es el estar
inmerso en el pecado.
462. En el sacramento de la Penitencia, en la
Confesión, ocurre algo maravilloso: los pecados quedan perdonados y surge un hombre
nuevo, una mujer nueva. Es la destrucción más creadora que existe.
463. El pecado oscurece la inteligencia, debilita
la voluntad, deforma la conciencia, alborota la afectividad y sume en el más
feroz de los egoísmos.
464. Conviene que ventilemos con frecuencia
nuestra habitación, y también nuestra alma.
465. El futuro no envía heraldos. Pero el cielo
sí. Son los profetas, los cuales, en nombre de Dios, nos amonestan, nos cantan
las verdades y nos exhortan a convertirnos y a vivir santamente en la tierra
para que podamos vivir eternamente felices con Dios en el cielo.
466. Reconocer que Cristo es mi Señor implica
conversión, sometimiento, obediencia.
467. La muerte de Jesús en la Cruz se convierte es
fuente de vida y de salvación.
468. La conversión no es otra cosa que amar a Dios
como antes se amaba el pecado.
469. El sacramento de la Penitencia es la clínica
del alma.
470. María es el camino para retornar a Cristo.
471. Toda peregrinación que no termina en un
encuentro sinsero con Dios habrá sido excursión, viaje cultural, vacaciones.
Cualquier cosa, menos peregrinación.
472. El arrepentimiento y la salvación de las
almas es lo que más le agrada a Dios.
473. Si sabes libar las flores, sacarás miel de
los errores.
474. Los corruptos son capaces de corromper a la
persona más honrada, antes que corregirse ellos mismos.
475. Jesús mío, te entrego mi corazón, esté como
esté.
476. ¿Verdad que pagaremos muy a gusto el peaje de
una sincera conversión?
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